¿Por qué es tan difícil entender a la gente?

"¿Cómo te sientes desde la última vez que nos conocimos?" . Como psiquiatra, así es como a menudo abro una sesión con un paciente. Pero como neurocientífico soy consciente de que no es suficiente entender lo que sucede en la mente de las personas.

¿Pero por qué es tan difícil entender a la gente?

El estado de ánimo no solo es complejo y difícil de definir, sino que la capacidad de una persona para autoinformarse incluso en aspectos simples de sus experiencias es sorprendentemente limitada. En definitiva, nunca decimos la verdad. Conscientemente o inconscientemente, mentimos. Las razones son muchas, desde la conveniencia social hasta el hecho de que a menudo la realidad que percibimos es muy diferente de la verdad. Por ejemplo, hemos encontrado que la forma en que los pacientes deprimidos valoran su enfoque y concentración tiene poco que ver con la realidad. Las pruebas de laboratorio lo confirman.

La enfermedad mental implica una experiencia subjetiva individual, por lo que preguntar qué es lo que está mal nunca funcionará como una forma de determinar la causa de la enfermedad o de guiar su tratamiento.

Entonces, ¿cómo podemos medir estos inconvenientes?

Probablemente sólo a través de una mejor medición. El problema es tomar datos objetivos. Esto también puede ayudarnos a superar una roca increíble creada por los estigmas sociales a aquellos que tienen problemas mentales. Tantas personas por esta razón nunca buscan tratamiento. Permanecen en silencio en su dolor.

Afortunadamente hoy el progreso tecnológico nos puede ayudar.

Los teléfonos inteligentes tienen la capacidad de capturar pasivamente una gran cantidad de datos sobre el comportamiento diario, el aspecto no verbal del habla, la geolocalización e incluso el uso de palabras de personas de todo el mundo. También la forma en que interactuamos con el teléfono inteligente en sí mismo, incluidos factores como la velocidad de escritura, los errores y los tiempos de respuesta, pueden indexar las capacidades cognitivas. Teniendo en cuenta cuánto de nuestras vidas se experimentan a través de los teléfonos inteligentes, existe una gran fuente de información sobre nosotros. Luego está el aprendizaje automático que ya ha revolucionado muchos aspectos de la industria de la tecnología. Algunas veces llamada inteligencia artificial débil, cada año abre nuevos horizontes con respecto al poder y la flexibilidad de los algoritmos.

¿Qué puedes hacer entonces?

El mayor desafío ahora es entender cómo extraer las señales más significativas para cada persona. A diferencia de otros sectores, donde los algoritmos de aprendizaje automático pueden mejorar los resultados de manera agregada, en medicina debemos poder sacar conclusiones definitivas sobre pacientes individuales. Esto también significará que algunas aplicaciones, como las que entenderán si una persona es un buen candidato para una intervención en particular, evolucionarán antes que las que excluyen a una persona para una intervención. En la mayoría de los casos, se necesita más certeza para negar que para dar.

Pero eso no es todo.

Hoy podemos entender tanto desde nuestros teléfonos inteligentes que pueden predecir enfermedades, depresiones y mucho más. Uno de los problemas sigue siendo la privacidad y la seguridad de los datos. Aquí estamos hablando de datos que muestran experiencias personales altamente privadas.

Pero tenemos que entender una cosa.

Hoy, todas o la mayoría de nuestras interacciones pasan por un teléfono inteligente. Toda nuestra comunicación está mediada por un dispositivo móvil. Esto hace que nuestro teléfono celular sea el testigo más preciso e imparcial de nuestras acciones y de nosotros mismos. Quizás de gran parte de nuestra vida.