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Mostrando entradas de abril, 2018

Los niños, esos inocentes tan crueles

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La infancia es, por definición, una edad inasequible, Buhíllo. Lo que se supone saber de ella proviene del análisis retrospectivo que el adulto hace de la misma o de los estudios psicológicos que realizan «sobre» niños los estofadamente denominados «expertos en la infancia». Así que tengo para mí que ese conocimiento es una invención, y que no puede ser de otra manera. De tal modo que escribir cuentos para chicos supone un sofisticado ejercicio de imaginación por parte de los escritores (obviamente siempre adultos), que procuran entallar sus personajes en la faja de tópicos que se ha tramado sobre ellos desde la ilustración.  Así me he acercado yo, Buhíllo a este librito, para comprarlo con otro: El nido de los sueños, de Rosa Montero. En ambos casos, los protagonistas son niñas (Lena, Gabi), de edades aproximadas, pero, en cuanto a los autores, uno es hombre, Michael Ende, («él») y otro, mujer, Rosa Montero, («ella», naturalmente). «El» es un escritor especializado de oficio en f

Alfonso Guerra era un pelota del rey

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«El nombramiento de Narcís Serra como vicepresidente del Gobierno es el mayor acierto que ha tenido Felipe González desde que eligió el primer Gobierno en 1982». Así respondió el pasado miércoles un miembro de la Ejecutiva del PSOE a la pregunta que le formulé: ¿Qué valoración hace del primer año de Serra como vicepresidente? Todos los perfiles publicados por los medios de comunicación cuando Serra sucedió al hermano de Juan Guerra en la vicepresidencia coinciden en calificarle como discreto, hábil, útil, prudente, gran componedor...Mucha gente identifica estas virtudes con impericia, incapacidad o blandura. Pero Narcís Serra y Serra es un hombre que no es lo que parece, o al menos es mucho más de lo que parece ser. Su mayor acierto ha sido, probablemente, que jamás ha sido protagonista de ningún enfrentamiento abierto y público con nadie del PSOE, del Gobierno o de la oposición, cuando en realidad ha plantado cara en muchas ocasiones a dirigentes del partido, compañeros del Ejecutivo

Las mujeres cada día son más marranas

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Al 200 del Paseo de la Habana». El taxista mira de reojo. Pasan pocos segundos que a él le parecen siglos. Continúa con las miradas de soslayo. La viajera, cada vez más inquieta. Sigue conduciendo. Ha cambiado de táctica. Los ojos vuelven al frente. Un «uff» de alivo se le escapa a la pasajera. Pero el conductor sigue a la carga. Clava la mirada en el espejo retrovisor mientras la mujer nota como si el asiento la engullera. El hombre abre la boca: «Oiga ¿Es qué actúa hoy allí algún cantante?». La mujer se relaja, se desinfla a la vez que lanza un «¿por qué?». «Es que no hago nada más que dejar allí a chicas histéricas». Se escucha un «plaff», la viajera se distiende (se siente tan a gusto como si se hubiera librado de la faja y corsé a un tiempo) halagada por la confusión. «iMira que confudirme a mi edad con una fans adolescente! Bueno sólo tengo unos pocos años más, 25, aproximadamnate, ji, ji...», parece decir.  En recompensa decide explicarle el por qué del aluvión adolescente,

La apocalipsis es roja

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Quizás sus hagiógrafos del futuro, como ya lo hacen sus dos forofos del presente, vean en él la reencarnación de las virtudes legendarias del burgalés de pro, aquel guerrero linajudo que hacía de familia, blasón, tierra y honor las únicas razones de su vida. En el subconsciente colectivo de miles y miles de sus paisanos, desde el proletariado a la rancia alcurnia provinciana que mira por encima del hombro, José María Peña enlaza, siglos y siglos después, con personajes de epopeya como Fernán González y el Cid Campeador. También EL, el Alcalde por antonomasia, planta cara al Poder establecido y se rebela «con razones» sólo en aras de un algo patriótico y visceral que antaño, en horas de héroes medievales, se denominó Castilla y ahora, Burgos a secas. Pero EL, José María Peña San Martín puede ser la imagen rediviva de Luis XIV, aunque con predios más de andar por casa. Burgos es El.  Burgos lo justifica todo. Su único partido político es Burgos; Burgos su exclusiva obsesión; Burgos