La legalización del cannabis en Italia

En octubre pasado, Canadá legalizó el cannabis, dando a todos los ciudadanos adultos la posibilidad de comprar marihuana en dispensarios o cultivar hasta cuatro plantas por su cuenta. Y ahora vienen los primeros datos interesantes de esta pequeña gran revolución verde: solo en el primer mes, la legalización le ha ganado a Canadá 41$ millones que simplemente significa miles de nuevos empleos e impuestos en las arcas estatales. Todo esto, por supuesto, sin ningún problema a nivel de orden público u otros inconvenientes, sino más bien con beneficios obvios no solo económicos sino también sociales (como veremos en breve).

Canadá se convirtió en la primera nación del G7 en legalizar con el primer ministro Justin Trudeau, quien destacó que el prohibicionismo era un sistema fallido que daba beneficios a los delincuentes y permitía un consumo desenfrenado para los jóvenes.

Desde los Estados Unidos de América, donde el cannabis en algunos estados como Colorado y Washington ha sido legal durante 5 años, existen otras consecuencias significativas: según un estudio reciente realizado en más de 3,000 adultos estadounidenses, surge que el cannabis está reemplazando a las drogas y el alcohol. De hecho, el 73% de los consumidores de cannabis medicinal dijeron que lo utilizaban como sustituto de otros medicamentos, mientras que el 41% lo utilizaba como sustituto de los analgésicos de venta libre. El 48% reemplazó los analgésicos recetados con cannabis medicinal, lo que demuestra que muchas personas se están alejando de los analgésicos tradicionales en respuesta a la grave epidemia de opioides que ha estado causando estragos en los Estados Unidos durante varios años.

Sin embargo, en cuanto al alcohol, casi la mitad de los encuestados (46%) dijeron que querían reemplazar sus bebidas alcohólicas con cannabis. 

Recuerdo, para quienes no lo saben, que aproximadamente 3 millones de personas mueren cada año en todo el mundo a causa del alcohol, mientras que el cannabis nunca ha causado una muerte en toda la historia de la humanidad.

Otro estudio científico autorizado publicado a fines de 2018 encontró que el uso de marihuana generalmente disminuyó entre los adolescentes de Washington en los primeros años de legalización de 2014 a 2016 en comparación con el período de 2010 a 2012. Entre los estudiantes de tercer año en promedio, para dar un ejemplo, el consumo de cannabis disminuyó de 9.8% a 7.3% y al primer año de máximos de 19.8% a 17.8%. Así, con la legalización, el consumo de cannabis entre los adolescentes disminuye. 

Por otro lado, no necesita que un científico entienda que la fascinación por lo prohibido se desvanece cuando deja de prohibir y quizás utilice parte de los beneficios de esa legalización, para campañas de concientización e información seria (como hacen muchos estados).

Italia , en todo esto y mucho por cambiar, es una ligera tendencia contraria: con la disposición "Escuelas seguras", muy deseada por el Ministerio del Interior, se han asignado 2,5 millones de euros para la lucha contra el narcotráfico. escuelas. Y hasta ahora todo bien si no fuera por los métodos arcaicos, de quiebra y contraproducentes con los que se implementó. Más de 2 mil agentes para las operaciones de control fuera y dentro de los institutos superiores han llevado a la incautación de 5 kilogramos de cannabis y hachís en todo el territorio nacional: por lo tanto, cada gramo requerido cuesta al Estado 500 euros.Sin afectar de ninguna manera a la gran tienda (administrada por el crimen organizado) y, a menudo, crear más inconvenientes que beneficios en los estudiantes con episodios de vergüenza y ridículo público.

Hace más de un año, el llamamiento (completamente ignorado) de los trabajadores sociales pertenecientes a la Red Italiana para la Reducción de Daños (Itardd) que había pedido el cese de las rondas en las escuelas, motivando esta solicitud con una serie de argumentos serios y razonados. .

Pero la represión y el prohibicionismo hecho en Italia no se detienen en la escuela: se ha librado una dura lucha durante meses, incluso contra el cannabis light (una variante del cannabis legal y con un porcentaje muy bajo de ingredientes activos, que no lo hace psicoactivo). ). Una caza de brujas absurda que nos penaliza a todos y nos mantiene anclados al pasado mientras el resto del mundo continúa.