Los tres peores días de la reina de Inglaterra
Una gran satisfacción debió de sentir la reina Isabel II cuando, en palacio, pudo anunciar por fin que Ceaucescu había sido despojado del título de caballero británico honorífico que le había sido otorgado durante su visita a Gran Bretaña en 1978. Probablemente, le gustaría también recuperar el fusil, equipado con mira telescópica, que le regaló en aquella ocasión, así como el broche de diamantes que recibió Elena Ceaucescu. No es habitual que la reina haga público algún comentario sobre los visitantes de estado a quienes recibe en nombre de su gobierno. Pero en 1978, después de la estancia de tres días del presidente Ceaucescu en el palacio de Buckingham, la reina hizo saber que fueron los peores días de su vida y que bajo ninguna circunstancia querría devolver la visita a Rumanía. El matrimonio Ceaucescu había llegado al palacio acompañado de un cortejo de agentes y de un catador de comidas, encargado de velar por que «el Dios laico, el corazón del partido y de la nació