Perforaciones en alta mar

Nueva Zelanda prohíbe la perforación en alta mar

El gobierno de Nueva Zelanda ha decidido hoy prohibir todas las nuevas actividades de exploración de hidrocarburos en alta mar. Según Greenpeace, esta es una victoria histórica para la protección de los mares y el clima que viene después de siete años de creciente oposición pública. Después de Belice, Costa Rica y Francia, Nueva Zelanda es el cuarto país en avanzar en esta dirección.

Al prohibir la exploración de petróleo y gas, la nueva coalición gubernamental electa en Nueva Zelanda se ha protegido efectivamente de los riesgos de una nueva exploración, que es, por extensión, la cuarta Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Planeta, con un área de más de cuatro Millones de kilómetros cuadrados de mar.

En los últimos años, algunas de las compañías petroleras más grandes del mundo, como Shell, Chevron, Petrobras, Statoil, han solicitado permisos de exploración de hidrocarburos en la costa de Nueva Zelanda.

Aunque el gobierno anterior le dio la bienvenida, a lo largo de los años las compañías petroleras han encontrado una fuerte resistencia de los ciudadanos, las comunidades indígenas y los grupos ecologistas como Greenpeace. En los últimos siete años, cientos de miles de personas han marchado, enviado peticiones y participado en acciones de protesta para detener la exploración petrolera. Se entendió que las cosas estaban a punto de cambiar cuando, el mes pasado, la nueva Premier Jacinda Ardern aceptó recibir personalmente la entrega de las 50 mil firmas recogidas por Greenpeace contra los simulacros en Nueva Zelanda. Queda por verse si los ciudadanos permitirán que las empresas exploten las concesiones ya asignadas: la convocatoria de ofertas solo se refiere a la detención de nuevas concesiones.

"Nueva Zelanda ha tomado una decisión histórica de protección del clima, estimulada por esas decenas de miles de personas que han estado luchando durante años para proteger nuestras costas de nuevas exploraciones de petróleo y gas", dice Russel Norman, Director Ejecutivo de Greenpeace Nueva Zelanda. "Es un mensaje fuerte y claro: estamos a punto de poner fin a la era del petróleo", concluye.

Por el contrario, en Italia parece haber un nuevo asalto a las costas y mares. Miles de kilómetros cuadrados de nuestro territorio marítimo, especialmente en el Adriático, son objeto de concesión para la prospección con pistola de aire comprimido (que genera ondas sísmicas a través de explosiones con el fin de cartografiar el fondo marino). En algunas áreas se proporcionan hasta tres pases. Son áreas en las que se conoce la presencia, o la proximidad, de áreas con alta biodiversidad, o de importancia considerable para la reproducción de especies de peces de gran importancia comercial.

"En Italia, como en Nueva Zelanda, poner en riesgo los recursos del mar, ya amenazados por la contaminación y la pesca destructiva, para aumentar la dependencia de los hidrocarburos, es una locura", dice Alessandro Giannì, Director de Greenpeace Italia Campaigns. "En Nueva Zelanda lo notaron. En Italia, el gobierno, en cambio, ha preparado una Estrategia Energética nacional que es muy vaga acerca de las energías renovables, pero está dirigida específicamente a la promoción del gas ", concluye.

Para Greenpeace, la valiente decisión del gobierno de Nueva Zelanda muestra que existen otras formas de abordar una rápida transición hacia la descarbonización de nuestras sociedades: una transición justa y justa que genere empleo y desarrollo. Los numerosos escenarios publicados por Greenpeace y muchas otras asociaciones e instituciones establecen claramente que permanecer atados a economías "fósiles" es un freno para el desarrollo y el empleo, así como un terrible error que expone a todos a peligros muy graves, ahora cada vez más evidentes.